La Propuesta del Ministro entrante Gabriel Oddone1.
Al inicio de otro gobierno socialista en Uruguay, el ministro de Economía designado, Gabriel Oddone, ha propuesto desindexar salarios como medida para contener la inflación. La medida es correcta pero los motivos son equivocados.
Como era de esperar, se enfrenta una fuerte resistencia de los sectores más ideologizados del gobierno como los sindicatos y otras corrientes extremas en el oficialismo.
Oddone parece sostener que la inflación está vinculada a los costos, salarios aquí, postura típica del keynesianismo, por la marxista teoría objetiva del valor-trabajo.
Una idea errónea, base de políticas fallidas por años en todo el mundo. Los países que corrigieron esos errores se encuentran hoy entre los más ricos, por ser los más libres. (en post anterior: Uruguay en mayormente libre…)
Si el nuevo ministro realmente cree que la inflación es un fenómeno “multicausal”, podemos anticipar que su gestión económica no traerá buenos resultados. “4000 años de controles de precios y salarios”1 dan fe viva de ello.
Antes de analizar la propuesta del secretario de estado, es importante aclarar qué es la indexación (o desindexación) salarial, sus implicancias y los errores conceptuales que subyacen en esta visión del nuevo ministro.

La Indexación salarial2
La indexación salarial es un mecanismo de ajuste a los salarios por inflación. Tiene como antecedentes al Decreto-Ley N° 14.791/1978, debido a las altas tasas de inflación de la época, los 70.
En la actualidad, los ajustes se discuten a través de los consejos de salarios tripartitos, integrados con representantes del gobierno, por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), asociaciones de empleadores y sindicatos.
Las decisiones acordadas de los incrementos se formalizan mediante resoluciones del MTSS, publicadas en el Diario Oficial, y luego aplicadas a los salarios.
La práctica de ajustes semestrales es común, pero no obligatoria, y puede variar según el sector.
¿Qué es y qué No es, la Inflación?
Como indicó el Premio Nobel de Economía de 1976, Milton Friedman, “la inflación es siempre y en todas partes un fenómeno monetario“. Se puede afirmar, exclusivamente monetario. Sin dinero fiduciario, creado de la nada y de curso forzoso, que el gobierno esté emitiendo (“imprimiendo”), no puede haber inflación.
En una economía de trueque la inflación no puede existir. Porque sin un “bien de intercambio común o indirecto” que llamamos dinero, que esté perdiendo su valor, y esa pérdida de poder adquisitivo se manifieste en un incremento generalizado, y persistente, de la mayoría de los precios, el fenómeno inflacionario no es posible.
Con el trueque, donde los bienes se intercambian entre si (fenómeno que reaparece en economías empobrecidas con alta inflación), los precios nunca pueden aumentar todos juntos y menos que se mantenga dicha “inercia” en el tiempo. Algunos deberán bajar, debido a nuestras restricciones presupuestarias, nuestro ingreso limitado.
Por el contrario, en un sistema monetario con bancos centrales emitiendo “papeles” para rescatar bancos o financiar el déficit público, el valor de la moneda tiende a deteriorarse, a diferente ritmo (efecto Cantillón3), pero siempre termina por manifestarse.
Qué No es la inflación.
No es producida por incremento de los costos, y no puede serlo. El principio de Imputación de Menger afirma que son los precios los que determinan los costos, no al revés.
Por lo tanto, la inflación afecta a nuestros salarios, pero nunca está determinada por ellos. Creer lo contrario siendo ministro, solo empeorará las cosas.
En un mercado sin distorsiones de gobiernos o sindicatos, los factores de producción solo pueden ser remunerados en función de la demanda de los bienes finales (los adquiridos por las familias).
Si un bien deja de ser demandado, su precio caerá y con él, los ingresos de todos los factores involucrados en su producción, incluyendo salarios.
En cuyo caso el único mecanismo de información, el sistema de precios, nos muestra que la sociedad, no el estado, deberá trasladar los recursos a otro uso mejor, donde lo pida la demanda (la mano invisible, de A. Smith).
El Valor del Dinero No se corrige con Política de Rentas.
Por medio de la inflación, el sistema nos muestra que el dinero está perdidendo su valor (poder adquisitivo), y se corrige con Politica Monetaria (por ser “fenomeno monetario”), no con Política de Rentas que constituyen controles sobre los precios, y los salarios son precios.
La inflación no se origina en los trabajadores, ni empresarios. Es el gobierno y su Política Monetaria cuando está financiando parte de su gasto, con la “impresión” de billetes, creándolos de la nada, “ex nihilo” como decía Carl Menger.
La ministra saliente, Azucena Arbeleche, parece haber comprendido mejor el fenómeno, por los resultados, de política monetaria y su “regla fiscal”. Durante su gestión, el Banco Central del Uruguay (BCU) tras reducir el rango meta de inflación al 3%-6%, logró mantenerse dentro de esos límites durante los últimos 22 meses consecutivos que restaban del mandato.
Países fracasados en su lucha contra la inflación, como Argentina y Venezuela, lo hicieron porque los responsables se negaron a reconocer su origen monetario (por lo menos en discurso).
Recién cuando un presidente economista, con una comprensión correcta, asumió en Argentina, se pudo detener la escalada de precios en 2024. En apenas un año, redujo del 25,5% mensual para diciembre de 2023 a un 2,2% a enero de 2025.
Para entender la magnitud de las cifras, en el período bajó la velocidad de pérdida de valor del peso argentino del 1.426% al 29,8% anual. Se puede decir que volvió a demostrar que el problema radica como siempre en la emisión de dinero.
Además, teniendo en cuenta las graves condiciones con las que tomó la economía, logró evitar la tan temida hiperinflación.
Sin un diagnóstico correcto, no es posible abordar la raíz del problema.
Desindexación Salarial: Correcta por Motivos Equivocados
La desindexación salarial es una buena medida en sí misma, por dejar de intervenir en el mecanismo de los precios de mercado. No es un mecanismo para controlar la inflación.
Si los salarios en Uruguay son bajos, se debe a la escasa inversión per cápita, por la magra acumulación de capital. Producto de una carga impositiva elevada y un Estado gastador que ahoga la iniciativa privada.
Pensar que desindexar salarios bajará la inflación es tan absurdo como creer que una sangría, o paños fríos, curarán la infección. El aumento persistente de los precios es a la inflación, lo que la fiebre a la infección: una manifestación de un problema mayor.
El único remedio contra la pérdida del valor del dinero es el equilibrio fiscal, es decir, dejar de gastar más de lo que se recauda y eliminar la emisión monetaria para financiar el gasto público.
Conclusión: Ideas Equivocadas Nos Mantienen Pobres

La clave para mejorar los salarios es permitir la acumulación de capital. Para ello, es necesario que el estado deje de gastar nuestro dinero, para reducir la carga impositiva, eliminar trabas burocráticas. Quitarse de en medio para que el ahorro pueda incrementarse, entorno favorable para la inversión.
Nuestros políticos, en cambio, insisten en atraer capital extranjero ofreciendo privilegios, en lugar de sanear la economía y retirarse. Capitales que se mantienen mientras duren los privilegios que no gozan el resto de los actores. O como en el caso del Tren que nos hicieron pagarle a UPM (“gracias” Tabaré), lo pagaremos con más pobreza.
Mientras sigamos confiando en políticas erróneas y regulaciones, los trabajadores uruguayos seguirán dependiendo de subsidios y privilegios en lugar de generar riqueza real.
Gabriel O. parece alinearse con la tradición de ministros de economía que ignoran las leyes económicas básicas y creen que el Estado puede manipular el mercado sin consecuencias.
Nuestros países vecinos demuestran que ese camino solo lleva al estancamiento y la pobreza. Como escribió Böm Bawerk “el estado no puede derrotar la ley de la economía”
De los cien mil residentes extranjeros en nuestro país, la mayoría son argentinos, venezolanos y cubanos, provenientes de economías caracterizadas por años de gasto insostenible, incremento de pobreza y altos niveles de inflación (en 2023, Argentina: 211%, Venezuela 190%, Cuba 140%).
La inflación no es el problema, señor ministro. La inflación es la consecuencia de una política fiscal y monetaria irresponsable. Mientras no se reconozca esta verdad, Uruguay seguirá padeciendo las mismas crisis económicas de siempre.
Referencias citadas
- Declaraciones de Gabriel Oddone publicadas en Infobae.
- Schuettinger, R. y Butler, E. 400 años de controles de precios y salarios: como No combatir la inflación (2014). Editorial Alianza. https://jeffersonamericas.org/wp-content/uploads/2022/06/4000.pdf
- Antecedentes de la indexación salarial actual: La indexación de salarios cada seis meses en Uruguay no está regulada por un decreto único en 2025, pero se basa en el Decreto-Ley N° 14.791/1978 y las negociaciones de los Consejos de Salarios, con actas disponibles en www.mtss.gub.uy y www.impo.com.uy. Los antecedentes, desde los años 70 con decretos como 14.407/1974, consolidaron esta práctica, reforzada por la Ley N° 17.829/2004 y rondas modernas.
- Efecto Cantillón: se refiere a la teoría del economista franco-irlandés Richard Cantillon sobre el efecto desigual de las políticas monetarias sobre la economía. Es un fenómeno mediante el cual la emisión monetaria beneficia a quien imprime el dinero perjudicando a la población general debido a que el dinero de nueva creación no es distribuido ni simultáneamente ni uniformemente a lo largo de la población. El proceso de expansión monetaria supone transferencia de riqueza.
- Böhm-Bawerk, Eugene von. ¿Poder o Ley Económica? (2009). Unión Editorial.
- El libro se centra en la idea de que «en la vida económica existen unas leyes contra las cuales la voluntad humana, aunque sea la del Estado con todo su poder, resulta impotente; y que ni siquiera las fuerzas sociales pueden desviar la corriente de los fenómenos económicos de un comportamiento impuesto imperativamente por el poder de las fuerzas económicas». En la línea de su maestro, Carl Menger, Böhm-Bawerk afirma la primacía absoluta de lo teórico, es decir, de unas leyes que ciertamente pueden quebrantarse, pero nunca impunemente. En la vida económica no valen voluntarismos, por más «contundentes» que pretendan ser, pues el quebrantamiento de esas leyes, aunque sea con la mejor voluntad, no es nunca gratuito, al margen de su ineficacia, y a veces puede tener consecuencias desastrosas e incluso trágicas.
- Datos sobre inflacion en Argentina INCEC: https://www.indec.gob.ar/indec/web/Institucional-Indec-InformesTecnicos-31
- Datos sobre Inflacion en Uruguay INE: https://www.gub.uy/instituto-nacional-estadistica/
- Extranjeros en Uruguay: infobae
Excelente artículo
Muchas gracias